domingo, 27 de septiembre de 2015



   DICTADURAS MILITARES EN LATINOAMERICA




A través de la historia de la humanidad, en el mundo se han presentado sucesivos golpes de Estado a causa de las distintas inconformidades entre los gobernantes y gobernados. En este sentido, desde el mismo momento que surge el poder, se da una segmentación entre gobernantes y gobernados. Se da la división de la comunidad entre aquellos que dominan y aquellos que se someten a los que gobiernan, ya sea por un acuerdo o por la fuerza.

En el mundo existen distintas formas de gobierno, en algunos el poder se representa en una persona en otros en una institución. Según la forma adoptada, podrá hacerse una primera categorización entre presidencialismos y parlamentarismos. El carácter electivo o no de la jefatura de Estado permite hacer una segunda clasificación entre repúblicas (electiva), monarquías (no electiva), oligarquía (ejercido a favor de un sector minoritario), dictadura (se da cuando las instituciones no cumplen su poder). Estos tipos de gobierno o modelos políticos reflejan la complejidad del ser humano al momento de asumir el poder en sus manos.
Cuando se presenta una dictadura en un Estado, ésta no posee un respaldo, ya sea por la tradición o por la población. En este sentido una dictadura militar es una forma de gobierno autoritario en la cual, en mayor o menor grado, las instituciones ejecutivas legislativas y jurídicas son controladas por las fuerzas armadas que impiden cualquier forma de control democrático. Suelen originarse como consecuencia de la supresión del sistema de gobierno existente hasta entonces tras un pronunciamiento militar o golpe de estado.
De esta forma las dictaduras son ejercidas habitualmente (aunque no siempre) por militares (durante el siglo XX hay muchos ejemplos de ello: Adolfo Hitler en Alemania durante el auge del nacionalsocialismo, Benito Mussolini en Italia, Francisco Franco en España, así como los innumerables ejemplos que se pueden encontrar en Latinoamérica, África y Asia durante la segunda mitad del siglo XX).
En el mundo son mucho los países que han padecido en su historia de algún golpe de estado por parte de sectores opositores al gobierno de facto. En el continente africano y en Oriente próximo han sido áreas comunes al desarrollo de dictaduras militares Una de las razones primordiales es que las fuerzas armadas a menudo tienen más cohesión y estructura institucional que la mayoría de las instituciones civiles de la sociedad en la que toman el poder. En estos casos, los gobiernos militares vienen más a menudo a ser conducidos por una sola persona de gran alcance, y son autocracias además de dictaduras militares.
Podemos citar Algunos casos de líderes de tales dictaduras como la de Muammar al-Gaddafi en Libia, Idi Amin en Uganda, y de Gamal Abdel Nasser en Egipto, los cuales muy habitualmente desarrollaron un culto a la personalidad. Un patrón muy diferente fue aplicado por el régimen de Saddam Hussein en Iraq, que comenzó como estado unipartidista gobernado por el partido de Baaz, pero en el curso de su existencia se transformó en una dictadura militar. En este último, predominó la ostentación de objetos de gran valor y los gustos exuberantes, pero mientras sucedía el pueblo iraquí se consumía en la pobreza absoluta. Esta es una característica que se da en la mayoría de las dictaduras, donde el pueblo es el mas afectado por las decisiones de los jefes de Estado.
Latinoamérica no ha sido la excepción, el siglo XX fue un periodo política y económicamente inestable para las naciones, ya que muchas solamente se encontraban eligiendo el modelo político que mejor se aplicara a su realidad. Sin embargo, muchos países tomaron fiel copia de tipos de gobiernos europeos que difícilmente podían ser adaptados a este contexto. Esto trajo como consecuencia una seguidilla de golpes de estado, algunos temporales y otros aún se conservan.
La dictadura militar típica en América Latina es la dirigida por una junta o un comité integrado por la dirección del Estado mayor de los militares. Así fue como ocurrió en Argentina, entre 1976 y 1983, años en que fue gobernado por juntas militares integradas por los más altos representantes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. En este caso, el presidente de la junta, primero entre iguales, suele asumir a menudo personalmente la jefatura del estado. Así ocurrió con el General Jorge Rafael Videla, quien asumió el poder en Argentina tras el Golpe de Estado de 1976, y en Chile con el general Augusto Pinochet Ugarte, quien ostentó el poder en ese país entre 1973 y 1990.
Otras dictaduras militares están enteramente en las manos de un solo oficial, generalmente el comandante en jefe del ejército. Ese fue el caso de Bolivia, con la dictadura del General Hugo Banzer, entre 1971 y 1978. En Paraguay sobrevivió como dictador militar el general Alfredo Stroessner, quien gobernó ese país durante treinta y cinco años, desde 1954 hasta 1989. Otro dictador militar que se mantuvo por mucho tiempo fue Anastasio Somoza García, quien gobernó Nicaragua entre 1936 y 1956 y estableció una dinastía familiar que gobernó el país hasta 1979. Una de las razones por las cuales América Latina en estos momentos tenga altos niveles de pobreza puede deberse a los diferentes modelos políticos, económicos y sociales que se implementaron en el siglo XX.
En Colombia, al contrario de lo que ha sucedido en la mayoría de países de América Latina, que se han visto sometidos a repetidas dictaduras; tan sólo se dio un caso, que fue el del golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla, llevado a cabo en el año de 1953. Una vez en el poder, el general Rojas Pinilla cerró el Congreso, despojando a Colombia de sus características constitucionales y democráticas. Esta dictadura duró poco, pues cuatro años después, en 1957, el general Rojas cedió su cargo a la Junta militar, quienes luego darían paso al Frente Nacional. Para algunos analistas políticos en este periodo de dictadura en el país se realizaron muchas obras de infraestructura con un sentido social, un ejemplo de esto es la realización en Montería del puente metálico sobre el río Sinú y la pavimentación de algunas vías importantes del departamento.


la  doctrina  de  seguridad  nacional


La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) fue una doctrina militar surgida en el contexto del conflicto entre EE-UU y la URSS[1], llamado Guerra Fría[2], en condiciones de paridad de armamento nuclear de las dos potencias, y fue aplicada en los países del Tercer Mundo[3] que estaban bajo la influencia estadounidense.
Los EEUU y sus aliados militares en la OTAN[4], tenían la responsabilidad de mantener el equilibrio frente al poderío de la URSS y sus alianzas. Asignaba a los gobiernos de los países periféricos que formaban parte del bloque capitalista la obligación de evitar que el “peligro comunista” o la “subversión” ganaran terrenos.
En Argentina, después de 1955, los jefes de la “Revolución Libertadora” decidieron abandonar laDOCTRINA DE LA DEFENSA NACIONAL vigente durante el peronismo según el concepto clásico de “nación en armas” que consideraba como hipótesis de guerra la provocada por el enemigo externo. La nueva doctrina aceptaba la integración de las Fuerzas Armadas nacionales en los dispositivos internacionales de defensa creados por los EEUU que tenia como hipótesis de conflicto los provocados por un “enemigo interno”. Las fuerzas militares controlarían las FRONTERAS IDEOLÓGICAS, vigilarían las actividades políticas de la ciudadanía reprimiendo las manifestaciones políticas “subversivas”. También avanzaba el control sobre la sociedad civil y la esfera de la vida privada.
Aunque el blanco principal declarado era el comunismo, las actividades represivas apuntaban a los sectores que pudiesen intentar manifestar su descontento con el gobierno, así como quienes desafiaran los valores morales y culturales que debían primar en una sociedad occidental y cristiana.
Para la Doctrina de la defensa nacional, la autosuficiencia económica del país era un objetivo estratégico. En la década del 40, las Fuerzas Armadas consideraron que para alcanzar ese objetivo, los gobiernos debían proteger la industria nacional, garantizar las necesidades estratégicas de abastecimiento y asegurar el control nacional sobre el sistema de decisiones globales en la economía. Esto significa que el Estado adquiere un papel protagónico en la esfera económica y productiva del país y que decide soberanamente sus lineamientos económicos, por encima de las “sugerencias” externas. El prototipo de este tipo de políticas fue el modelo peronista que gobernó al país entre 1946 y 1952 y también el gobierno de facto que lo antecedió (1943/1946).
En la década de 1960, la adopción de las Fuerzas Armadas de la doctrina de la seguridad nacional, modificó sustancialmente las ideas de la mayoría de los militares sobre la relación que debía existir entre defensa, seguridad y desarrollo. El nuevo concepto de “nación” estaba subordinado estratégica y económicamente a los EEUU. Fue así que la cuestión del control nacional sobre las decisiones económicas pasó a un segundo plano. No importaba ya quién dirigía el desarrollo, lo importante era lograr que la nación se modernizara (en Argentina corresponde a las presidencias de la “Revolución Libertadora” (1955/1958), del desarrollismo (1958/1963) y de la “Revolución Argentina” (1966/1973).

[1] URSS, sigla que significa UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS.
[2] Se denomina Guerra Fría al enfrentamiento que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la 2ª Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS y la caída del comunismo (entre 1989, con la caída del Muro de Berlín, y 1991 cuando se produjo un golpe de Estado en la URSS), entre los bloques occidental-capitalista, liderado por EEUU, y oriental-comunista, liderado por la URSS.
Este enfrentamiento tuvo lugar a los niveles político, ideológico, económico, tecnológico, militar e informativo. Debido a que ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, se denominó a este conflicto “guerra fría”. Ambas potencias se limitaron a actuar como “ejes” influyentes de poder en el contexto internacional, y a la cooperación económica y militar con los países aliados o satélites de uno de los bloques contra los del otro.
[3] El término tercer mundo fue acuñado por el economista francés Alfred Sauvy en 1952, haciendo un paralelismo con el término francés tercer Estado, para designar a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra Fría. La referencia era para los países de Asia, África y América Latina. Actualmente, de manera anacrónica (el “segundo mundo” del “bloque socialista” ha desaparecido como concepto), el término se utiliza, de manera poco precisa, para referirse a los países poco avanzados tecnológicamente, con economía dependiente de la exportación de productos agrícolas y materias primas, altas tasas de analfabetismo, crecimiento demográfico galopante y gran inestabilidad política. También son llamados “periféricos”, “subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”, en contraste con los países desarrollados.
[4] OTAN, sigla que significa ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DEL ATLÁNTICO NORTE (NATO en inglés). Dicho tratado se concretó en Washington 4 de Abril de 1949. Lo firmaron doce países (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Portugal). En 1952 Turquía y Grecia accedieron al Pacto, la República Federal de Alemania en 1955 y, finalmente España, que tuvo que esperar a la muerte de Franco para participar en la defensa occidental en pie de igualdad, en 1982. El artículo 5 es la clave del tratado y en caso de una agresión contra un estado miembro  compromete a sus miembros a tomar las medidas necesarias “incluyendo el empleo de la fuerza armada para restablecer y asegurar la seguridad en la región del Atlántico Norte”.

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